sábado, 6 de diciembre de 2008


La natación es el deporte más completo, seguro y beneficioso. Ayuda a estilizar la figura y mejora las condiciones físicas de una manera relajada. No hay límite de edad para practicarlo, sólo se disfruta en el agua.


Además de ofrecernos beneficios para nuestro cuerpo, también es una medida de seguridad cuando estamos cerca del mar, río o alguna piscina. Son muchos los casos de muertes u otras desgracias que pudieron ser prevenidas si se hubiera aprendido a nadar de manera correcta.




Y para aquellas personas que han sufrido algún trauma, es una excelente rutina como parte de su rehabilitación.



La gran ventaja de la natación es que las articulaciones y los músculos se mueven sin tener que soportar peso, por lo que el riesgo de lesión o daño es mínimo. Pero no por ello es menos efectivo: la resistencia al agua hace que el cuerpo gaste mucha energía para moverse, esculpe el cuerpo y combate la celulitis. Además, al desarrollarse en una medio relajante, es uno de los mejores métodos para desestresarse.

Los estilos que aprendimos a lo largo del curso son:



  • Estilo libre: Se dice que es la perfección máxima del nado natural de todos los mamíferos terrestres. Consiste en que uno de los brazos del nadador se mueve en el aire con la palma hacia abajo dispuesta a ingresar en el agua, y el codo relajado, mientras el otro brazo avanza bajo el agua. Las piernas se mueven de acuerdo a lo que en los últimos años ha evolucionado como patada oscilante, un movimiento alternativo de las caderas arriba y abajo con las piernas relajadas, los pies hacia adentro y los dedos en punta. Por cada ciclo completo de brazos tienen lugar de dos a ocho patadas oscilantes. En este estilo es muy importante respirar de modo adecuado.










Consejos finales del estilo libre:
· No nadar demasiado agarrotado
· Elevar codos en el recobro. En el estilo de libre es una de las claves más importante. El codo siempre va por encima de la mano.
· Buscar en la primera parte la tracción (entrada y agarre) el “ir hacia delante”. Se debe de tener la sensación de agarrar algo con la cara anterior de la muñeca y antebrazo.
· Buscar el batido más cómodo a nuestras posibilidades.
· Coordinar bien la respiración.
· Vigilar el rolido.


  • Estilo pecho: También denominado “estilo rana” por la similitud con el nado de estos anfibios. Es tranquilo, agradable pero es el más lento de todos los estilos; aún así, su técnica es la más difícil de dominar ya que requiere una excelente coordinación de movimientos. Este estilo brinda características positivas con respecto a otros estilos: mejor capacidad de orientación visual y auditiva, buena posibilidad respiratoria, movimientos simétricamente racionales que requieren poca fuerza y una gran autonomía de nado.





  • Dorso: Básicamente es la misma técnica que la utilizada para el estilo libre, sólo que de se realiza de espaldas, o en posición supina. Se alternan los brazos y se realiza la patada oscilante.



Consejos finales del estilo dorso:
· No nadar demasiado agarrotado
· Vigilar el rolido
· En el batido, no sobrepasar la superficie del agua con las rodillas
· Vigilar la posición de la cabeza.
· Entrada en el agua del brazo con el dedo meñique
· 6 batidos por cada ciclo de brazos
· Nadar sin tirones (esto suele ser debido a una parada de los brazos en el lugar de la finalización d la tracción)


  • Dorso elemental: Se nada realizando una patada similar a aquella utilizada en el estilo pecho. Los brazos oscilan suavemente a los lados del cuerpo. Después de realizar un conjunto de movimientos, se relaja el cuerpo y deja que el agua lo desplace suavemente.

  • Estilo tijeras: Tiene muchos usos en la natación no competitiva. Es muy útil como técnica de salvamento. Además, como no exige tanto esfuerzo físico como otros estilos, es apropiado para largas distancias. También es popular para la natación de recreo porque la cabeza siempre permanece fuera del agua. El nadador flota sobre uno de los dos costados de su cuerpo y mueve los brazos alternativamente. El brazo que está debajo del agua da impulso hasta la altura de la cabeza, asoma y vuelve a la cintura; el brazo que está encima cruza la cintura y luego da impulso otra vez hasta el pecho. Las piernas se abren despacio y luego se contraen bruscamente, dando una patada de impulso, tipo tijeras, antes de estirarse del todo.




Fisiología del músculo ante el ejercicio




El músculo ante el ejercicio:

La inmensa mayoría de los deportes conllevan la realización de un esfuerzo físico importante que obliga al organismo a poner en marcha diversos mecanismos de adaptación. Para que el sistema muscular pueda trabajar al ritmo que se le impone, las fibras musculares necesitan recibir un aporte de oxígeno adecuado, mucho mayor que el que requieren en reposo. El organismo soluciona este problema gracias a una serie de cambios en el sistema circulatorio que vamos a describir a continuación.Un ejercicio muy intenso es el estado de tensión mayor que puede sufrir el sistema circulatorio normal. En reposo, el flujo de sangre a través de los músculos esqueléticos varía entre 4 y 7 mililitros por cada 100 gramos de músculo. En cambio, durante un ejercicio muscular intensísimo este flujo sanguíneo puede aumentar de 12 a 18 veces, elevándose hasta 50 ó 75 ml por 100 g de músculo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el flujo de sangre en el músculo no es constante durante el tiempo que dura el ejercicio. Así, durante una contracción muscular el flujo sanguíneo disminuye, volviendo a aumentar cuando la contracción termina.

Después de varias contraccciones rítmicas el flujo sanguíneo se mantiene muy elevado durante un minuto aproximadamente y luego va disminuyendo poco a poco hasta el valor normal.La causa de la disminución del flujo durante la contracción muscular sostenida es la compresión de los vasos sanguíneos por el músculo contraído.Durante el reposo sólo están abiertos de un 12 a un 20 % de los vasos capilares que irrigan los músculos. En cambio, durante un ejercicio agotador se abren todos los capilares que permanecían inactivos, produciendo así un aumento en el flujo sanguíneo. Este aumento del riego sanguíneo probablemente dependa de varios factores que operan todos al mismo tiempo. Uno de los más importantes es la reducción del oxígeno disuelto en los tejidos musculares. Durante la actividad física, el músculo consume rápidamente el oxígeno, lo que provoca una vasodilatación.Además del mecanismo descrito, el riego de sangre a través de los músculos está controlado por el sistema nervioso. En efecto, los músculos esqueléticos están provistos de unas fibras nerviosas que dilatan los vasos sanguíneos y otras que los contraen. La estimulación máxima de las fibras vasodilatadoras en los músculos esqueléticos puede aumentar su riego sanguíneo en un 400 por 100. Estas fibras vasodilatadoras son activadas por una vía nerviosa especial que comienza en el cerebro. Cuando la corteza cerebral inicia la actividad muscular, simultáneamente excita las fibras vasodilatadoras de los músculos activos, y se produce inmediatamente vasodilatación.Durante el ejercicio tienen lugar tres cambios esenciales que proporcionan el enorme riego sanguíneo necesario para los músculos. Es lo que se denomina reajuste circulatorio durante el ejercicio y son los siguientes:
La descarga masiva del sistema nervioso simpático en todo el cuerpo.
El aumento del volumen de sangre que el corazón expulsa por cada minuto (volumen minuto).
El aumento de la presión arterial.


El incremento del volumen sangre que expulsa el corazón se debe principalmente a la intensa vasodilatación local que ocurre en los músculos activos. Cuando desde las venas fluyen grandes cantidades de sangre hacia el corazón, las cavidades de éste se dilatan, y el músculo cardíaco se contrae con mayor fuerza, con lo que aumenta su capacidad de bombear sangre al torrente circulatorio. Este interesante efecto del aumento de la contractilidad del corazón provocado por un aumento de retorno venoso se conoce como "Ley de Frank-Starling" y es uno de los conceptos fundamentales de la fisiología humana.En condiciones normales de reposo, el volumen de sangre que llega al corazón procedente de la circulación periférica es de unos cinco litros por minuto, y estos cinco litros son los que el corazón debe expulsar hacia los distintos órganos y tejidos. Pues bien; el corazón de un atleta bien entrenado, mientras realiza un ejercicio físico intenso, es capaz de bombear hasta 35 litros de sangre por minuto. Esto es debido también a que el entrenamiento atlético continuado provoca un agrandamiento del corazón, que puede llegar a aumentar su volumen en un 50%.Hemos repasado someramente algunas de las modificaciones fisiológicas que acontecen durante el esfuerzo físico. Quedan todavía otros mecanismos y situaciones más complejas cuya explicación escapa del objetivo de este artículo. De algunos de ellos y de otros de distinta índole nos iremos ocupando en sucesivos números.





Beneficios de la natación





La natación es un deporte que la mayoría de las personas pueden practicar, sin importar su edad. Increible resistencia cardiopulmonar, control de la presión y del sobrepeso y desarrollo de la mayor parte de los grupos musculares son algunos de sus beneficios, que se optimizan si se piensa en el bajo impacto que provoca en el cuerpo.


El desarrollo físico que propone la natación, sobre todo cuando se la practica desde una edad temprana, no sólo es una excelente base para la salud del cuerpo, sino también para su estética y el bienestar emocional. Puede practicarse en soledad o en equipos, en invierno o verano, al aire libre o en estadios cerrados y a casi cualquier edad de la vida.


Muchos motivos hacen de la natación, en todos sus estilos y campos de práctica (natatorios o aguas abiertas) uno de los mejores ejercicios aeróbicos. Esto se debe a que es uno de los deportes más completos, teniendo en cuenta la cantidad de grupos musculares que entran en acción durante su práctica.


Al nadar con estilo se ponen en funcionamiento, a la vez, más de dos tercios de todos los músculos de nuestro cuerpo. En la mayoría de los estilos aceptados, los gestos técnicos de desplazamiento implican la participación de los músculos del tren inferior, tren superior, del tronco y la cabeza. Todos ellos cumplen una función específica en el desarrollo de la estabilidad y la propulsión en el agua.


A pesar de que la natación es uno de los deportes de menor impacto, se calcula que la resistencia del agua al movimiento es muchas veces mayor que la que presenta el aire, lo cual obliga al cuerpo a desarrollar más energía para avanzar nadando.

Pero esta energía es desarrollada en una forma pareja, utilizando más equilibradamente brazos y piernas que, por ejemplo, en la carrera, presente en muchos deportes como football, basquetball, o el salto (atletismo, volleyball, etc.)
Como decíamos, tiene un bajo impacto sobre las distintas partes de nuestro cuerpo. Esto se debe a que, al estar el cuerpo sostenido o sustentado por el agua, se reduce al máximo la tensión de los huesos y las articulaciones. Esto la hace preferible a casi todos los demás deportes competitivos.
La carrera, parte esencial de muchos deportes, provoca un fuerte impacto sobre las articulaciones, en especial las rodillas y tobillos. Comparándola con ella, la natación no sólo no tiene esa indeseable consecuencia sino que, por el contrario, fortifica los tejidos articulares previniendo problemas. Por eso, nadar mejora la postura corporal y desarrolla la flexibilidad más que la mayoría de los deportes.




Calidad y Bienestar





Muchos de los problemas propios del estilo de vida occidental, incluyendo la presión arterial, el sobrepeso, y otros efectos del sedentarismo pueden ser evitados y corregidos con la natación.
Nadar mejora la postura corporal y alivia tensiones, generando estados de ánimo positivos. Todos hemos experimentado el efecto relajante de una ducha tibia o de un baño de inmersión. Muchos problemas de angustia se resuelven con el sencillo hecho de volver al contacto con el agua.


El adoptar la posición horizontal favorece positivamente la circulación sanguínea y la estimula, ayudando a mantener una presión arterial estable y a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Pero también ayuda a mejorar estados de ansiedad y aliviar síntomas de depresión.


Otro de los beneficios de variar la posición vertical del cuerpo a la horizontal es que provoca el movimiento de las secreciones bronquiales, lo que hace más fácil eliminarlas. La utilización de los músculos superiores del cuerpo puede servir en mucho a una reeducación respiratoria. Por ello, nadar resulta muy beneficioso para personas con problemas respiratorios, como el asma bronquial.


Si atendemos a los objetivos estéticos de muchas de las personas que se acercan a las actividades físicas, la natación ofrece resultados increíbles. Muchos de los cuerpos más bellos y mejor proporcionados son los desarrollados por nadadores de todos los estilos.
La natación puede ser practicada, con o sin objetivos competitivos, durante la mayor parte de la vida. Para los niños, los especialistas aconsejan comenzar a meterlos en la piscina desde los tres meses de edad. Este bebé pequeño se familiarizará inmediatamente con el agua.
Abriendo sus ojos sin miedo, cerrará naturalmente su boca para mantener la respiración, y nadará con movimientos que nadie le ha enseñado. Sus recientes experiencias en el ambiente acuoso del útero materno posibilitan este disfrute del agua, y ayudan a una adaptación fácil y rápida.



ANÉCTODAS

Mi experiencia en la piscina:

Personalmente tengo que decir que le saqué provecho al curso. Antes de él, la piscina era sólo para recreación. Ahora, puedo verla como un lugar de entrenamiento.
Al momento de aprender el estilo libre, lo que más me costó fue adquirir la técnica correcta para la respiración, pues me era difícil coordinar la cabeza con los brazos y hacerlo a un ritmo constante. Con la práctica logré dominarlo un poco más y le fui tomando confianza a la piscina. Todavía no puedo decir que soy LA nadadora, pero créanme cuando les digo que estoy MUCHO mejor que antes.
¡Mi favorito es el estilo pecho! Con él me siento segura y, aunque no me muevo muy rápido me da confianza en mí misma. Cada vez que me canso opto por hacer ese estilo.
De los dos estilos de dorso, el elemental es el que prefiero porque es más tranquilo y sólo tengo que hacer un movimiento para desplazarme en el agua, en el otro tengo que estar en constante movimiento, además de que me choco con los otros nadadores = ).
Otra actividad que hicimos en el curso fue la de aprender a hacer flotadores con jeans y camisas manga larga. Esto, nos dijo el profesor, tiene una gran ventaja porque uno nunca sabe en qué situaciones se pueda encontrar, pues la vida da muchas vueltas. Podemos estar en una linda piscina un día, con salvavidas, o podemos estar en un safari por la selva, en un bote, que luego se hunde y nos toca sobrevivir con lo que llevamos puesto! He ahí la importancia de saber hacer flotadores con la ropa. = )
Y además de todo el entrenamiento y aprendizaje, hubo su momento de recreación. Jugamos basketball en el agua. Fue muy divertido porque jugábamos en equipo, entre amigos, disfrutando de la piscina, el sol y la buena compañía.
En fin, fue un curso con muchas actividades que, además de entrenarnos, nos enseñó a perderle el temor a la parte honda de la piscina (a la cual sólo iba agarrada de la orillita). ¡Muchas gracias!


-Marits-

Mi perfil:

Durante mi experiencia en este curso de natación, no todo fue fácil para mí. Año antes había tomado un pequeño curso en la piscina Eileen Coparropa, en el cual aprendí a flotar, y lo básico. Pero nunca ningún estilo. Por eso en el curso puse todo mi empeño, y aunque no aprendía todo al primer intento, al final lograba hacer las cosas bien. Tengo la desventaja, como muchos en la clase, de no haber recibido clases de piscina durante mi educación primaria ni durante mi educación secundaria. Ese desconocimiento previo de los estilos fue el causal de la necesidad de un mayor esfuerzo en el aprendizaje. Pero con una buena asistencia, y un poco de empeño, nada es imposible.
El estilo libre fue en especial costoso para mí. Eso debido a que me era dificultoso sacar la cabeza hacia los lados para respirar. No me era posible en un principio. Luego de eso, uno que otro problema con el conteo de las brazadas. No deslizaba los brazos, sino que golpeaba el agua, lo cual evitaba un desplazamiento veloz a la hora de nadar. Pero al final todo esto lo solucioné practicando el estilo, y logré aprender a sacar la cabeza y respirar calmadamente sin tragar agua, mientras mantenía un conteo equitativo de las brazadas.
El estilo de espalda elemental no me fue tan costoso. Quizás mi único problema fue la falta de apertura en las piernas, y que las caderas se me hundían mucho a la hora de nadar.
Respecto al dorso, no me causó tantos problemas. Es como un estilo libre de espalda.
Y el estilo de tijeras, pues era simplemente cuestión de coordinación. Aunque cansaba más que los demás estilos, a mi criterio, pero lo disfruté.
En fin, este curso no fue solamente un curso de sacrificios. Porque puedo decir que lo disfruté. Se dice que el deporte complementa las demás facetas de la vida, y esto se evidenció durante el segundo semestre. Luego del cansancio de las materias, de los exámenes, estaba la piscina para despejarnos. Para relajarnos y para ayudarnos en nuestro desarrollo psicomotor. Esto hace que el curso haya cobrado gran importancia en nuestras vidas y en nuestro desarrollo físico y mental.

-Franz Castro-

Mi experiencia en el curso de natación fue un poco diferente a la de los demás. De niña, jamás me matricularon en clases de natación, pero sin embargo a medida que fui creciendo yo misma aprendí poco a poco a flotar y a nadar. En mi educación primaria y secundaria, no pude contar con Natación como una asignatura, así que no ha sido hasta ahora que en realidad me he tenido que esforzar en aprender los estilos de nado a la perfección, para poder no solo aprender sino obtener una nota satisfactoria. En lo personal, este curso estuvo a mi favor, porque me ayudo a perfeccionar mis técnicas de nado y aprender otros estilos que por supuesto no sabía. No fue fácil, pero con mucha practica y empeño durante las horas de clase pude lograrlo.
Mi estilo favorito es nadar de espalda, dorso. Los estilos que mas me costaron fue tijeras, ya que se me hacia difícil la coordinación de lado de piernas y brazos, y por último el nado de pecho también requirió un poco mas de mi esfuerzo que otros estilos.
Disfruté mucho de este curso, porque no solo aprendí a sacar provecho de elementos tan comunes como un pantalón jeans o una camisa manga larga para elaborar salvavidas en caso de emergencia, sino también porque la natación es uno de los deportes más completos que existe. Me gustaría seguir practicándolo aunque se haya terminado el curso, ya que fortalece mucho los músculos de la espalda y mi quiropráctico me ha recomendado para mis problemas de espalda, realizar deportes como la natación. Es dinámica, divertida y refrescante.

-Patricia Chanis-